Líbano es el país de Oriente Medio que tiene más católicos. La mayor parte de ellos son maronitas y hasta 2011 su patriarca fue Nasrala Butros Sfeir. Falleció el domingo a los 98 años de edad a causa de una insuficiencia respiratoria.
Butros Sfeir tuvo que dirigir la comunidad maronita en momentos difíciles en Líbano como los últimos compases de la guerra civil y la posguerra. Juan Pablo II lo nombró cardenal en 1994.
Según los datos del Anuario Pontificio de 2017 la Iglesia maronita está formada por casi 3 millones y medio de personas, más de 900 sacerdotes y 43 obispos.
Con su fallecimiento, el número de cardenales desciende a 221, 120 de ellos son electores.