Que en una familia haya un sacerdote o una religiosa se puede considerar algo normal, pero la estadística se rompe cuando hermanos y primos sienten al mismo tiempo la llamada de la vocación. Es lo que ha sucedido en esta familia. Viajaron hasta Roma para la ordenación sacerdotal de John.
Tanto él como su primo, Andrew DeFusco acudirán a la ordenación de Matt DeFusco en Baltimore el 22 de junio. Dicen que sus vocaciones religiosas se deben en gran parte a la fe que les transmitieron sus padres.
P. ANDREW DEFUSCO
Sacerdote diocesano en Baltimore
“Mis padres nos enseñaron desde muy pequeños que lo más importante en la vida es ser como Cristo, ser santos y vivir para siempre. Así que nos animaron y nosotros pensamos en lo que queríamos hacer con nuestras vidas, que teníamos que preguntarle a Dios qué quería Él de nosotros. Es una gran bendición para mí. Mi hermano también será sacerdote”.
P. JOHN STUDER
Legionario de Cristo
“Fueron nuestros padres los que nos inculcaron poco a poco el ir a la iglesia, acudir a la adoración, ir a misa a diario si podíamos. Así es como nuestros padres nos han transmitido la fe”.
No solo los padres, también los abuelos desempeñaron un papel importante en la vocación de sacerdotes de estos primos.
ANDREW DEFUSCO
Padre de Andrew
“Pudieron conocer bien a sus abuelos. Creo que fue una tremenda bendición que influyó en su camino a la vocación”
Uno de los momentos más especiales para los padres es la ordenación. Y es que por primer vez pueden recibir la comunión de manos de su hijo como sacerdote y ver cómo reciben su nueva vestimenta.
El padre John Studer fue ordenado a principios de mayo en Roma en la congregación de los Legionarios de Cristo. Para su familia fue un día inolvidable.
JANE Y PAUL STUDER
Padres de John
“Me sentí muy, muy feliz y muy bendecido”.
“Tengo que decir que me emocioné mucho. Lloré al ver a todos los hombres que se acababan de convertir en sacerdotes para siempre”.
Andrew fue ordenado hace cinco años pero sus padres recuerdan ese día como si fuera ayer.
CAROLINA Y ANDREW DEFUSCO
Padres de Andrew
“La ordenación y la primera misa son momentos muy emocionantes. Es difícil no llorar porque recuerdas a todas las personas que formaron parte de su vocación, de este viaje. Personas que rezaron por él.
“Estamos muy orgullosos de nuestros dos hijos. También lo estamos de nuestras dos hijas, que son esposas y madres, y cada una tiene tres hijos”.
Dicen que el cariño, el ejemplo y la fe que han recibido en sus familias ha sido algo esencial en sus vidas, el principio de una vocación que ya nació en el calor del hogar.