Hubo víctimas que fueron puestas al margen de los procesos canónicos. Ni siquiera fueron informadas de si el presunto abusador fue condenado o no. Esta opacidad tuvo graves consecuencias: generó desconfianza y que las víctimas tomaran distancias de la Iglesia.
En febrero, este fue un punto que unió a representantes de afectados y a organizadores de la cumbre mundial organizada en el Vaticano.
MIGUEL HURTADO
Ending Clergy Abuse
“Se tiene que eliminar el secreto pontificio, la clasificación de Top Secret de las investigaciones internas en los casos pederastia”.
MONS. CHARLES J. SCICLUNA
Secretario adjunto, Congregación Doctrina Fe
“No podemos dejar a las víctimas sin información, no podemos dejar que ni siquiera sepan cómo ha terminado un proceso”.
El secreto pontificio es el secreto profesional que deben guardar los trabajadores que ocupan ciertas posiciones de relieve en instituciones de la Santa Sede.
En la cumbre se señaló que modificarlo en ciertos aspectos haría más difícil el encubrimiento de sacerdotes abusadores. El punto clave es que cuando lleguen denuncias no se pierdan de vista los derechos de las víctimas.
Así lo explica el experto en derecho penal canónico Davide Cito, de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma.
DAVIDE CITO
Profesor de Derecho Penal Canónico
“El secreto pontificio debe tutelar valores no debe cubrir negligencias. No debe ser una excusa para cubrir negligencias. Ahí es donde se puede intervenir para evitar negligencias o que los responsables se pasen de unos a otros la responsabilidad”.
Esta sugerencia fue señalada por otros obispos de peso en la lucha contra los abusos: Sean O'Malley reconoció que hay que cambiar piezas del sistema de trabajo en las curias.
CARD. SEAN O'MALLEY
Arzobispo de Boston (Estados Unidos)
“Una cosa que se ha mencionado también es revisar el concepto del secreto pontificio”.
DAVIDE CITO
Profesor de Derecho Penal Canónico
“La transparencia no va contra el secreto pontificio. La transparencia es armonizar los derechos que el secreto pontificio tutela con algunas exigencias concretas. De igual forma se hace en un Estado o en las profesiones civiles con el secreto profesional. No van contra la transparencia”.
Por tanto, el secreto pontificio podría ser modificado para ampliarlo solo cuando sea necesario. Por ejemplo: hay víctimas que prefieren que no se dé a conocer su identidad y esto exige que quienes lleven su caso actúen con la máxima discreción.
El proceso de reforma de la Iglesia para afrontar los abusos es profundo. Implicará nuevas legislaciones, nuevos modos de trabajar y nuevas estructuras. Pero, sobre todo, implicará una sensibilidad más atenta a la protección de menores y a la formación de sacerdotes y religiosos.