Setsuko Thurlow es una superviviente de la bomba atómica de Hiroshima. Durante una de las audiencias generales, entregó al Papa una vela procedente de esta ciudad, la “Llama de la Paz”.
“Santo Padre, por favor, ¿podría apagar esta llama para que nunca más haya otro Nagasaki, para que nunca más haya otro Hiroshima?”
Tenía 13 años, y trabajaba para el ejército, cuando Estados Unidos lanzó la bomba atómica de uranio sobre Hiroshima. Era el año 1945. Aún hoy recuerda lo que vivió en aquellas horas.
SETSUKO THURLOW
Superviviente de Hiroshima
“Vi seres humanos en llamas, eran irreconocibles. Tenían el pelo levantado, les faltaban partes del cuerpo, algunas personas llevaban sus propios ojos en las manos”. “La ciudad se quedó en silencio. Era una ciudad de muerte, la gente se arrastraba, susurraba, pedía agua”.
La bomba de Hiroshima destruyó gran parte de la ciudad y asesinó instantáneamente a miles y miles de personas. Tres días más tarde, EE. UU lanzó una bomba de plutonio sobre Nagasaki.
Muchos murieron años después por estar expuestos a la radiación; y otros como Setsuko Thurlow aún hoy deben tomar medicamentos especiales.
Dice que no había justificación para bombardear Hiroshima y Nagasaki. Japón ya había entablado negociaciones con EE. UU. Dice que EE.UU. quería probar sus dos nuevos tipos de bombas atómicas.
SETSUKO THURLOW
Superviviente de Hiroshima
“Japón estaba ya acabado. Yo estaba allí. Fui testigo. La gente estaba hambrienta, cientos de miles de soldados esperaban su comida”. “La comida nunca llegó, la munición nunca llegó. La mayoría de los barcos habían sido hundidos por EE.UU. y la mayoría de los aviones habían sido derribados”. 'El Derecho Internacional no lo permite. Los soldados luchan contra los soldados, pero los soldados no matan a mujeres, niños, bebés y ancianos”.
Dice que es muy importante la condena del Papa contra el uso de armas nucleares. Recuerda que la Santa Sede fue uno de los primeros Estados que firmó el Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares.
Durante un encuentro sobre desarme nuclear en 2017, el Papa habló muy claro sobre las armas atómicas.
FRANCISCO
10 de noviembre de 2017
“Las relaciones internacionales no pueden estar dominadas por la fuerza militar, la intimidación recíproca y la ostentación de arsenales de guerra. Las armas de destrucción masiva, en particular las atómicas, no crean más que una falsa sensación de seguridad y no pueden constituir la base de la coexistencia pacífica entre los miembros de la familia humana”.
Según Setsuko Thurlow, paradójicamente el gobierno japonés no está interesado en prohibir las armas nucleares debido a su relación con Estados Unidos.
Por eso, ella viaja por todo el mundo, hablando sobre los horrores de las armas nucleares, con la esperanza de que las generaciones futuras no pasen por su terrible experiencia.