El Vaticano está preparado para actuar en pocos minutos y apagar un incendio en San Pedro, en la Capilla Sixtina o en los Museos.
En estos lugares hay detectores de humo conectados con la centralita de los bomberos del Vaticano, que pueden desplazarse al foco del incendio en menos de 5 o 10 minutos.
PAOLO DE ANGELIS
Oficial Coordinador de Bomberos del Vaticano
“Todo depende de la velocidad de reacción porque si el fuego actúa durante más de cierto tiempo, no llegaremos al principio del fuego, sino a una fase avanzada”.
“En términos de seguridad, los sistemas antincendio sobre el terreno nos garantizan que se puede reaccionar en poco tiempo. E intervenir pronto en un incendio significa extinguir el principio del fuego”.
Paolo de Angelis coordina a los bomberos del Vaticano, un equipo de 36 personas en continua alerta. Explica que es difícil que haya un incendio en San Pedro porque la basílica tiene muy pocos elementos de madera.
PAOLO DE ANGELIS
Oficial Coordinador de Bomberos del Vaticano
“El material de la cubierta no es de madera. La bóveda principal es de mampostería, el contrapiso es de cemento armado, y hay algunos puntales de madera que sostienen la cubierta. Pero, como se hace es estos edificios, son tratados con material especial ignífugo”.
El patrón de los bomberos del Vaticano es el papa San León IV. Un fresco pintado por Rafael recuerda que cuando un terrible incendio estaba a punto de arrasar la basílica y las casas de alrededor, bendijo al pueblo desde el balcón de San Pedro y el fuego se apagó milagrosamente.
Desde entonces, con su ayuda, y con la de 200 detectores de humo y 36 bomberos, no ha ocurrido ninguna desgracia en el Vaticano.