El Papa pronunció un breve pero contundente discurso para clausurar un encuentro sobre trata de personas y esclavitud moderna que tuvo lugar durante dos días en el Vaticano.
Francisco lamentó que en el origen de este crimen esté una mentalidad individualista y egocéntrica que considera a los otros como mercancía.
FRANCISCO
“En definitiva, la trata de personas daña gravemente a la humanidad en su conjunto, lacerando la familia humana y el cuerpo de Cristo. La trata constituye una injustificable violación de la libertad y la dignidad de las víctimas, dimensión constitutiva del ser humano querido y creado por Dios. Por eso, se debe considerar un crimen contra la humanidad. Sin duda, sin duda”.
El Papa también hizo una advertencia a quienes tienen sus manos manchadas con este crimen del tráfico de seres humanos.
FRANCISCO
“Por tanto, cada elección contraria a la realización del proyecto de Dios en nosotros es una traición de nuestra humanidad y una renuncia a “la vida en abundancia”. Es tomar una escalera descendiente, ir a lo más bajo, convertirse en animales”.
Por último, Francisco dio las gracias a estas personas que, de forma anónima, ponen en riesgo incluso su vida para socorrer a quienes caen en las redes de estas organizaciones criminales.