Francisco visitó la parroquia de San Giulio a Monteverde, que está terminando las obras de reestructuración tras un grave deterioro del techo hace tres años.
El Papa saludó a ancianos, enfermos y voluntarios de cáritas. También respondió algunas preguntas difíciles como la de Carlotta, de 20 años, que prepara a los jóvenes que recibirán el sacramento de la confirmación.
Carlotta pidió al Papa consejo sobre cómo salir de las dudas que surgen en los momentos difíciles de la vida.
Francisco le respondió dos cosas. Primero que la duda no es algo malo sino al contrario. Es la oportunidad de darles respuestas convincentes que los reafirmen en su fe.
FRANCISCO
“Tú, como responsable de quienes se confirmarán, enséñales a 'dudar bien', porque si no aprenden a dudar harán la confirmación que algunos romanos llaman 'el sacramento del adiós': tras la confirmación, suerte, si no nos volvemos a ver... Y se van, porque no saben cómo gestionar las dudas”.
“No sé si he respondido... o quieres que diga algo más”.
“Con los chicos nos preguntábamos si también usted, que es el mayor representante de la fe, en su vida, ha tenido alguna vez fuertes dudas que lo han puesto a prueba de verdad y cómo ha conseguido superarlas”.
FRANCISCO
“He tenido muchas dudas, muchas, muchas. Ante las calamidades, pero también ante cosas que sucedían en mi vida. Cómo conseguí salir... creo que no salí solo, no se puede nunca salir de la duda solos. Es necesaria la compañía de alguien que te ayude a seguir adelante”.
Francisco dijo que lo importante es mostrar a Jesús el corazón de cada uno tal y como está. Contento o triste, feliz o amargado. Incluso no hay que tener miedo de enfrentarse con Él porque no se entienden algunas situaciones. El Papa dijo que antes o después, Cristo, se hará notar.
Tras el encuentro de preguntas y respuestas, Francisco celebró Misa y presidió el rito de dedicación del altar de la parroquia recién reestructurada.
