El Papa Francisco mantuvo un encuentro con el clero de Marruecos en la catedral de Rabat. Al llegar pasó unos minutos saludando a los obispos, religiosos y religiosas y después rezó en silencio.
Francisco quiso saludar especialmente al hermano Jean Pierre, uno de los supervivientes del monasterio de Tibhirine, en Argelia, y que ahora vive en Fez. El Papa le besó las manos.
También acudieron a este encuentro representantes de las iglesias evangélicas, anglicanas y ortodoxas de Marruecos.
El padre Germaine explicó a Francisco cuales son las alegrías y las dificultades de los cristianos en Marruecos.
“Somos un número pequeño de pastores en estas periferias, como usted dice, que damos testimonio de Cristo con la palabra pero sobre todo con los hechos, para cristianos, musulmanes y todas las personas que encontramos”.
El Papa también saludó con mucho cariño a otra de las veteranas, esta religiosa franciscana de 97 años, la hermana Ersilia.
...un saludo al que también se unió la hermana Mary...
En su discurso, Francisco recordó que aunque los cristianos son pocos en Marruecos, han de ser capaces de dejar huella.
FRANCISCO
“Por tanto, el problema no es ser pocos, sino ser insignificantes, convertirse en una sal que ya no tiene sabor de Evangelio, este es el problema, o en una luz que ya no ilumina”.
El Papa insistió en que la misión de estos religiosos no es el proselitismo sino el diálogo con quienes habitan en esa tierra.
FRANCISCO
“Por tanto, es un diálogo que se convierte en oración y que podemos realizar concretamente todos los días en nombre “de la fraternidad humana que abraza a todos los hombres, los une y los hace iguales. En el nombre de esta fraternidad golpeada por las políticas de integrismo y división y por los sistemas de ganancia insaciable y las tendencias ideológicas odiosas, que manipulan las acciones y los destinos de los hombres”.
Por eso, el Papa dio las gracias a estos religiosos, por tender puentes de amistad y colaboración. También por llevar a cabo junto a otros cristianos un “ecumenismo de la caridad” en favor de quienes más lo necesitan.
FRANCISCO
“Así desenmascaráis y lográis poner en evidencia todos los intentos de utilizar las diferencias y la ignorancia para sembrar miedo, odio y conflicto. Porque sabemos que el miedo y el odio, alimentados y manipulados, desestabilizan y dejan nuestras comunidades espiritualmente indefensas. Que pueda ser también un camino de diálogo y de cooperación con nuestros hermanos y hermanas musulmanes, y con todas las personas de buena voluntad”.
Y antes de terminar, el Papa recibió una sorpresa muy especial...
Estos cuatro niños acudieron corriendo a saludar a Francisco...
“Aquí está el futuro: el presente y el mañana”.
El entrañable encuentro concluyó con el rezo del Ángelus y más saludos del Papa a estos religiosos que sostienen a la pequeña comunidad cristiana de Marruecos.