La redacción al completo del suplemento femenino del periódico del Vaticano ha dimitido. Dicen que “tiran la toalla por el clima de desconfianza y deslegitimación” que perciben.
Lo comunica al Papa, Lucetta Scaraffia, directora de “Mujer, Iglesia y Mundo”. Allí lamenta que se regrese a la “antigua y árida costumbre” de que unos jefes, que son hombres, soliciten los reportajes sólo a “mujeres periodistas que consideran de confianza”.
Cuando el suplemento se lanzó en 2012, tuvo gran repercusión. En él escribían sólo mujeres y gozaba de independencia editorial.
Se hizo eco por ejemplo de la situación de religiosas usadas como servicio doméstico de obispos; y de los abusos contra religiosas por parte de eclesiásticos.
Como respuesta a la dimisión, el director del Osservatore Romano, Andrea Monda asegura que ha dado “completa autonomía” a todo el equipo, pero que como director “ha sugerido temas y posibles autores, dejando la decisión final a Lucetta Scaraffia”.
Dice también que “en ningún momento he seleccionado a nadie, hombre o mujer, por criterios de obediencia” y que seguirá publicando el suplemento.