El Papa ha viajado hasta el santuario de Loreto, en Italia central, para firmar una carta dirigida a los jóvenes del mundo. Francisco ha querido salir de Roma para dar relieve a este documento magisterial, técnicamente una “exhortación apostólica”, que ha titulado “Cristo vive”.
En Loreto el Papa ha celebrado misa en la “santa casa”, que una tradición venera como los muros de la casa de María en Nazaret.
Luego, se ha reunido con enfermos de la zona.
Ha saludado también a un grupo de personas con sordera, y les ha hablado con el lenguaje de signos.
Después, en la gran plaza del santuario, ha explicado que su nuevo documento sobre los jóvenes es una invitación a cada chico y cada chica a buscar la propia vocación.
FRANCISCO
“Hay que estar preparados y disponibles a escuchar y acoger la voz de Dios, que no se reconoce en medio del ruido y la agitación. Su proyecto para nuestra vida personal y social no se percibe quedándonos en la superficie, sino descendiendo a un nivel más profundo, donde actúan las fuerzas morales y espirituales. Allí María invita a los jóvenes a bajar, para sintonizarse con la acción de Dios”.
El Papa recordó que el itinerario para descubrir la vocación consiste en tres pasos: detenerse a escuchar, discernir personalmente lo que se escucha, y tomar una decisión.
FRANCISCO
“Hacen falta personas sencillas y sabias, humildes y valientes, pobres y generosos”. '...testimonios de la santidad en todos los estados de vida, para renovar la Iglesia y animar la sociedad con la levadura del Reino de Dios”.
El Papa ha estado en Loreto sólo unas horas. Allí ha almorzado con los obispos de la región. Del menú conocemos el postre, que era una tarta preparada por jóvenes de una escuela.