Como parte de su viaje oficial a Roma, el ministro de exteriores de Malta, Carmelo Abela, visitó el pequeño “Museo de los Papas”.
Aquí se exponen reliquias y recuerdos de muchos pontífices. Hay objetos y curiosidades como fotos personales de Juan XXIII o el reloj de Pío XI.
Para los malteses es especial Pío VII, pues hizo cardenal a su compatriota Fabrizio Sceberras Testaferrata. Éste participó en tres cónclaves e influyó en la historia de un futuro papa.
CARMELO ABELA
Ministro de Asuntos Exteriores y Comercio (Malta)
“Este cardenal maltés fue decisivo en los comienzos como sacerdote de otro Papa. Se trata de Giovanni Maria Mastai-Ferretti, futuro Pío IX. Apreciamos esta exposición por la conexión con nuestro país a través de este cardenal maltés”.
Carmelo Abela se reunirá esta semana con el Papa durante la visita de la presidenta de Malta al Vaticano. Dice que para su país, Francisco es un líder muy importante, y que su voz se escucha en cuestiones migratorias.
CARMELO ABELA
Ministro de Asuntos Exteriores y Comercio (Malta)
“Esta es una de las características del Papa Francisco, que personalmente tiene un gran interés en el tema de la emigración. Como somos un país situado en el centro del Mediterráneo, es una cuestión importante también para nosotros”.
Malta es uno de los primeros puertos de acogida de emigrantes que navegaban a la deriva en el Mediterráneo. Según el ministro, en la Unión Europea hay acuerdo sobre factores externos de la migración, como la ayuda a países del Tercer Mundo y el control de fronteras. Las dificultades se refieren a cuestiones internas como la falta de colaboración de los demás países de la UE, y la reubicación de los emigrantes.
CARMELO ABELA
Ministro de Asuntos Exteriores y Comercio (Malta)
“Necesitamos un enfoque completo como miembros de la UE, en el que cada Estado participe de una manera u otra en el proceso. Llevamos negociando mucho tiempo, pero aún no hemos conseguido un enfoque global y una política común sobre la emigración”.
El ministro recuerda además que los migrantes que viven en Malta tienen derecho a trabajar, a recibir atención médica y educación gratuita. También tienen varios programas para ayudarlos en el proceso de integración.