Camerún es un país en permanente estado de guerra. Por un lado afronta los violentos encontronazos secesionistas de la zona anglófona. Por otro lado está la corrupción, el fraude electoral y las continuas tensiones con Boko Haram en la vecina Nigeria.
Muchos de sus habitantes han dejado el país para trasladarse a Europa y Franck es uno de ellos. Huyó en 2005, cuando no pudo seguir trabajando libremente como periodista.
FRANCK
Refugiado de Camerún
“¿Qué pasa en Camerún? Si vas, hay problemas. Si vas, puedes ir donde quieras, pero si comienzas a hacer preguntas como periodista o activista tendrás problemas. Los que trabajan como periodistas y muestran seguir una línea de opinión europea u opositora encuentran muchas dificultades. Te intentarán arrestar y meter en prisión”.
Por eso Franck escapó de su país. Se fue en avión, sin saber ni siquiera el destino. Terminó en Italia tras un viaje complicado.
FRANCK
Refugiado de Camerún
“Los traficantes nos hicieron el pasaporte falso. No sé si sirvió de algo porque nos hicieron entrar en la bodega, donde están las maletas. El viaje duró 8 horas, hacía mucho frío. Llegamos congelados”.
Su vida dio un giro para bien cuando conoció el Centro Astalli en Roma. Allí ayudan a los refugiados a integrarse en la sociedad. Franck hasta tuvo la oportunidad de saludar al Papa Francisco.
Dice que a pesar de las facilidades no fue fácil integrarse en Italia.
FRANCK
Refugiado de Camerún
“La primera cosa que debes hacer es olvidar lo que has hecho en Camerún. Deja a un lado tu formación, tu diploma, tu carrera universitaria y trabaja en lo que encuentres. Mi mujer vino también. Intentamos recomenzar. Es muy difícil, no te lo puedo esconder. No solo fue difícil para nosotros sino también para los italianos, porque tenemos un modo diferente de hacer las cosas”.
Ahora Franck y su mujer viven fuera de Roma, donde trabajan ayudando a ancianos en sus tareas cotidianas. Él no trabaja como periodista, como le hubiera gustado, pero por lo menos es libre.