El 22 de enero la Guardia Suiza cumplió 513 años inmersa en un proceso de renovación tecnológica.
Una de las grandes novedades son los cascos hechos con impresoras 3D. El material es más ligero, PVC y se tardan solo 14 horas en fabricarse. Los pesados cascos de metal requerían 130.
DIDIER GRANDJEAN
Vicecaporal, Guardia Suiza Pontificia
“El objetivo de este cambio era unificar el modelo. Teníamos distintos cascos, con pesos distintos porque correspondían a distintos períodos”
Esto no significa que no se seguirán utilizando los cascos de plata. El cambio solo afecta a los cascos negros, que a partir de ahora llevarán el sello de Julio II, el papa que fundó la Guardia Suiza en el 1506.
El vicecaporal Didier Grandjean dice que el objetivo será tener todas las unidades disponibles antes de que llegue el verano.
DIDIER GRANDJEAN
Vicecaporal, Guardia Suiza Pontificia
“Imagínese, estando en la plaza de San Pedro, bajo el sol, alguno se ha quemado la oreja. Los nuevos modelos están hechos de un plástico que evita este problema”.
Pero las novedades no terminan ahí. En 2019, el día 20 de cada mes la Guardia Suiza publica un vídeo que muestra cómo es la vida de los reclutas para atraer a nuevos candidatos. El cuerpo militar ha recibido el permiso de aumentar su número, que pasará de 110 a 135 unidades.
DIDIER GRANDJEAN
Vicecaporal, Guardia Suiza Pontificia
“Los temas de cada vídeo ya están decididos. Por ejemplo uno será sobre la protección y la cercanía al Papa. También hay vídeos más ligeros: qué se hace en el tiempo libre, la fraternidad, lo que se vive aquí. Queremos dar una imagen completa de lo que se puede vivir en la Guardia Suiza”.
Cada 6 de mayo los nuevos reclutas juran fidelidad en el Vaticano. Este año se espera que entre 25 y 30 soldados prometan proteger al Papa día tras día.