El secretario del Papa le ayudó a llevar su maleta hasta el autobús que lo esperaba para llevarlo a los ejercicios espirituales.
Francisco, con los cardenales y arzobispos de la Curia Vaticana, partió en autobús rumbo a una casa religiosa en Ariccia, a una hora de distancia de Roma.
En la puerta del recinto le esperaban los gendarmes, que se cuadraron para recibirlo.
Dentro le recibió el superior de la Familia Paulina, responsable de este lugar.
El predicador de los ejercicios es el monje benedictino Bernardo Francesco Maria Gianni. El sacerdote tiene 50 años y se convirtió a los 24. Es abad de San Miniato al Monte, una abadía muy activa en la vida espiritual y cultural de Florencia. El hilo conductor de sus meditaciones es la búsqueda de Dios en la ciudad.
Los ejercicios durarán hasta el viernes. Sin duda, el gran parque de la casa, y las vistas al lago de Albano, ayudarán al Papa a descansar.