El Papa mantuvo un encuentro con una delegación del American Jewish Committee, una de las insitutuciones en defensa de los judíos más antiguas de Estados Unidos.
Su presidente, John Sapiro, fue el encargado de saludar al Papa en nombre de su organización.
“Me gustaría expresar nuestra alegría por este encuentro de nuestro grupo con usted y por la especial relación que tenemos con la Santa Sede desde hace más medio siglo”.
El Papa precisamente incidió en la importancia de tener buenas relaciones con los judíos y volvió a denunciar los nuevos brotes de antisemitismo.
FRANCISCO
“Hoy en día para mí es fuente de gran preocupación la difusión en muchos lugares de un clima de maldad y de rabia en los que se arraigan los perversos excesos del odio. En concreto, pienso en el recrudecimiento bárbaro del antisemitismo en varios países”.
Por eso, el Papa advirtió de que es necesario controlar estos fenómenos y recordó que los cristianos no pueden ser antisemitas porque sería negar los propios orígenes.
Francisco también aprovechó el encuentro para hacer una referencia a las mujeres en el Día Internacional de la Mujer. Dijo que la paz nace de la ternura de las madres.
FRANCISCO
“Hoy, 8 de marzo, también me gustaría decir algo sobre la insustituible contribución de las mujeres para construir un mundo que sea un hogar para todos. La mujer es la que hace hermoso el mundo, lo preserva y lo mantiene vivo. Trae la gracia que nuevas las cosas, el abrazo que incluye, el valor de entregarse. La paz es una mujer. Nace y renace de la ternura de las madres. Por eso el sueño de paz se realiza mirando a la mujer”.
Por último, Francisco aseguró que para construir la paz y luchar contra el odio y el antisemitismo es importante el diálogo interreligioso y sumar fuerzas en lo que une por encima de lo que pueda separar.