El Papa se ha reunido con los 10 obispos de la conferencia episcopal de Kazajistán. Estaban también los ordinarios de Kirguistán, Uzbekistán y Turkmenistán, países con poca presencia católica.
Un encuentro breve, pero muy simbólico.
“Benvenuti!”
Como regalo, entregaron al Papa un cuadro de la Virgen que evoca una devoción especial. En 1941 unos deportados polacos abandonados a su suerte le pidieron ayuda y en pleno invierno encontraron un lago con peces para poder comer.
Pero no fue el único regalo.
“Y este es el primer devocionario en Kazajo que se ha hecho en la historia...”.
Kazajistán es el noveno país más grande del mundo, pero tiene sólo 18 millones de habitantes. De ellos, el 70% son musulmanes, el 25 ortodoxos y el 1%, católicos.