El segundo día de la Cumbre sobre abusos comenzó con una oración, y con la distribución de material de la ONU sobre violencia contra niños.
Luego intervino el arzobispo de Mumbai, el cardenal Oswald Gracias, uno de los consejeros del Papa. Recordó la impresión que le dejó el encuentro con las víctimas.
CARD. OSWALD GRACIAS
Arzobispo de Mumbai (India)
“Me quedé atónito, no podía hablar. Podía sentir el enojo, la frustración, el dolor, la impotencia y la amargura que ellos sentían”.
Para explicar la importancia de rendir cuentas, explicó tres grandes cuestiones: la justicia, la sanación y la peregrinación.
CARD. OSWALD GRACIAS
Arzobispo de Mumbai (India)
“El abuso sexual a menores y a personas vulnerables no sólo viola la ley divina y la eclesiástica, también es un comportamiento criminal público. La Iglesia coopera plenamente con las autoridades civiles en estas cuestiones para llevar justicia a los supervivientes y a la sociedad civil”.
El cardenal avisó de que es muy difícil hacerse cargo del dolor que llevan dentro las víctimas, y pidió que jamás se minimice ese sufrimiento. Por eso, dijo que la Iglesia tiene una tarea pendiente.
CARD. OSWALD GRACIAS
Arzobispo de Mumbai (India)
“Debemos arrepentirnos -y hacerlo juntos, colegialmente- porque en este camino hemos fracasado. Necesitamos buscar el perdón”.
El cardenal concluyó con cuatro propuestas sobre rendición de cuentas y responsabilidad. En primer lugar, recuperar la identidad del colegio apostólico con humildad y apertura. La segunda, tener coraje y fortaleza para seguir adelante. La tercera, discernir cómo afrontar situaciones concretas; y, la cuarta, estar dispuestos a pagar el precio de seguir la voluntad de Dios, también en las circunstancias dolorosas.