Esta es la primera Misa que celebraba Ernesto Cardenal tras 35 años suspendido del sacerdocio. Fue con el nuncio del Papa en Nicaragua, quien le comunicó en nombre de Francisco que se le retiraba la sanción.
Juan Pablo II le amonestó personalmente en 1983, cuando este sacerdote era ministro de cultura de la Nicaragua Sandinista.
Fue un viaje muy tenso. Durante la principal ceremonia, grupos afines al gobierno gritaron consignas contra el Papa.
Así lo recordaba el entonces portavoz del Papa.
JOAQUÍN NAVARRO-VALLS
Portavoz del Vaticano
“Allí lo que prevaleció era el deseo de ayudar a una persona con la solemnidad y la seriedad que el caso exigía quizá para recordarle algunos principios de lo que es el sacerdocio católico en la tradición de siglos de la Iglesia, y la no conveniencia de la presencia de un sacerdote católico en un campo, en una actuación directa de tipo político”.
El comunicado de la nunciatura explica que Ernesto Cardenal, de 94 años, había pedido ser readmitido en el ejercicio del sacerdocio.
Recordó que había sido suspendido por su militancia política, que él acató la sentencia y que desde hace años había abandonado todo compromiso político.