Unas 31 millones de personas en todo el mundo, padecen trastornos de consumo de drogas. La mayoría procede de poblaciones pobres.
El documental “Outcasts”, ha recibido un premio por mostrar historias en las que Frailes Franciscanos de la Renovación ayudan a los más necesitados. Ellos tratan de devolver la dignidad a quienes lo necesiten sea en Londres, Nueva York o incluso en cárceles de América Central.
JOSEPH CAMPO
Productor Ejecutivo, “Outcasts”
“Decidí hacer esta película porque yo quiero a los pobres y pensé que así puedo ayudar a que la gente los conozca. Quiero llevar al público a situaciones en las que nunca podrían estar o ni siquiera imaginarse. Se trata de lugares peligrosos, no simplemente emocionantes sino peligrosos”.
El productor ejecutivo quería destacar el sufrimiento de las personas necesitadas, y muestra cómo los frailes llegan hasta ellos.
Para los frailes, ésta es su vida cotidiana, su misión y su vocación.
P. LEO FISHER
Frailes Franciscanos de la Renovación
“Como franciscanos, tienen la vocación de caminar al lado de los pobres. A veces estas situaciones son increíbles. Las personas nos decían: 'Esto tienen que mostrarlo a los demás, necesitan ver esto'. ¡Qué hermoso es ser visto en la pantalla!. Esto servirá de ejemplo para que la gente pueda salir, caminar y ser capaz de hacer esto en sus vidas, superando los obstáculos”.
El documental se estrenó el verano de 2016 y desde entonces sigue proyectándose en todo el mundo. Ha recorrido las pantallas de Estados Unidos y Europa.
JOSEPH CAMPO
Productor Ejecutivo, “Outcasts”
“El documental ha mejorado la vida de las personas. Muchos me dicen que los saqué de su zona de confort... ¡y ese era el plan!” “Habla realmente de los pobres, de las situaciones en las que se encuentran, llama a hacer cosas concretas, explica cómo la gente podría ayudar inspirándose en el trabajo de estos frailes”.
P. LEO FISHER
Frailes Franciscanos de la Renovación
“He notado que los que ven la película se conmueven. Les impresionan las vidas que cuenta el documental. Como personas, nos conmueve la vida de los demás, lo que sufren. Nos damos cuenta de que algunos problemas que experimentamos no son tan graves como nos parecían”.
El documental fue filmado durante siete años en cinco países: Reino Unido, Irlanda, Honduras, Nicaragua y Estados Unidos.