El 11 de febrero es fiesta en el Vaticano porque es el aniversario de los Pactos Lateranenses firmados con Italia en 1929 para crear el Estado Ciudad del Vaticano. Pero desde el año 2013, cada 11 de febrero se recuerda otro episodio decisivo para este pequeño país.
Benedicto XVI había convocado para ese día a los cardenales residentes en Roma con la excusa del anuncio oficial de tres canonizaciones.
Pero por sorpresa, añadió una declaración especial. La leyó a las 11:45 de la mañana.
BENEDICTO XVI
“Por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”.
Mientras el Papa se retiraba a sus habitaciones, comunicaron la noticia dos agencias, la francesa iMedia y la italiana Ansa. También el diario oficial del Vaticano, L'Osservatore Romano, publicó una edición especial.
Benedicto tenía 85 años. Llevaba 7 años, 10 meses y 10 días como Papa. Había realizado 25 viajes, a 24 países diferentes. Hizo 44 nuevos santos, 26 hombres y 18 mujeres; y nombró 67 nuevos cardenales.
El Papa explicó de nuevo las claves de este gesto en su primera audiencia general tras el anuncio.
BENEDICTO XVI
“He hecho esto con plena libertad por el bien de la Iglesia, después de haber rezado mucho tiempo y haber examinado delante de Dios mi conciencia, siendo conocedor de la gravedad de este acto, pero también sabiendo que no estoy preparado para desempeñar el ministerio petrino con la fuerza que este requiere”.
FEDERICO LOMBARDI
Exportavoz del Vaticano
“(A esa edad) no podría hacer casi nada de lo que se espera de un Papa. No podría viajar, no podría presidir celebraciones públicas, ni mantener reuniones largas, ni tomar decisiones complejas. Es evidente que ha hecho bien, ha hecho lo más razonable ante Dios y ante los hombres”.
Con el paso de los años, el shock con el que muchos reaccionaron a esa decisión se ha suavizado. Un gesto de humildad, sabiduría y prudencia, que es también la gran lección del Papa profesor.
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