A su regreso a Roma, procedente de los Emiratos Árabes Unidos, el Papa respondió a las preguntas de los periodistas sobre los casos de abusos sexuales perpetrados contra religiosas, incluso, por parte de miembros del clero.
“Es verdad, dentro de la Iglesia ha habido clérigos que han hecho esto, en algunas culturas ha sido un poco más fuerte que en otras. No es algo que hayan hecho todos, pero ha habido sacerdotes e incluso obispos que lo han hecho. Y creo que se sigue haciendo porque no es algo de lo que te das cuenta al momento y termina. La cosa sigue así. Desde hace tiempo estamos trabajando en ello. Hemos suspendido a algún clérigo, los hemos echado por eso. Y también, -aunque no sé si se ha concluido el proceso-, hemos tenido que disolver alguna congregación religiosa femenina que sufría esto, esta forma de corrupción.
No puedo decir que “en mi casa esto no pasa”. Es verdad. ¿Se tiene que hacer algo más? Sí.¿Tenemos la voluntad de hacerlo? Sí. Pero es un camino que viene de lejos.
El Papa Benedicto tuvo el valor de disolver una congregación femenina donde había entrado esta esclavitud contra la mujer, incluso la esclavitud sexual por parte de los clérigos o fundadores. Muchas veces los fundadores quitan la libertad, vacían de la libertad a las hermanas y puede venir de esto. Sobre el Papa Benedicto querría subrayar que es un hombre que ha tenido el valor de hacer muchas cosas sobre esto”.