La visita del Papa Francisco a la Casa Hogar del Buen Samaritano fue muy emotiva. Se trata de un centro para personas con VIH y SIDA que, o bien tienen pocos recursos, o bien han sido rechazadas por sus propias familias.
Además de los usuarios de este centro acompañaron a Francisco ancianos, personas enfermas y con discapacidad y niños huérfanos como Abraham, quien quiso dar la bienvenida al Papa con esta canción con letra de San Francisco de Asís.
Francisco elogió en su discurso la labor de los estos centros de asistencia, lugares, explicó, donde la Iglesia y la fe nacen por medio de la caridad.
FRANCISCO
“Estar aquí es tocar el rostro silencioso y maternal de la Iglesia que es capaz de profetizar y crear hogar, crear comunidad. El rostro de la Iglesia que normalmente no se ve y pasa desapercibido, pero es signo de la concreta misericordia y ternura de Dios, signo vivo de la buena nueva de la resurrección que actúa hoy en nuestras vidas”.
Después, el Papa rezó el Ángelus. Francisco habló con pesar de la situación actual de Venezuela.
FRANCISCO
“Ante la grave situación por la que atraviesa, pido al Señor que se busque y se logre una solución justa y pacífica para superar la crisis respetando los Derechos Humanos y deseando exclusivamente el bien de todos los habitantes del país”.
Francisco también recordó a los jóvenes cadetes asesinados en Colombia en un cruento atentado. Pronunció uno a uno el hombre de todos ellos, “asesinados por el odio terrorista”, dijo el Papa.
Antes de marcharse, el Papa recibió el cariño de estos niños, ancianos y enfermos en forma de todos estos regalos.