Francisco volvió a sorprender visitando a un grupo de peregrinos procedentes de Cuba. El encuentro no estaba contemplado en la agenda. El Papa llegó al final de la Misa en la que estaban participando y su presencia generó una profunda emoción.
Francisco visitó Cuba en 2016 pero el país todavía es muy reticente con respecto a la libertad religiosa. Tan solo unos 400 cubanos han podido viajar a Panamá para participar en la JMJ, un número que para el país supone su máximo histórico.