Francisco mantuvo un encuentro con los agentes de las fuerzas del orden que se ocupan de garantizar la seguridad en el Vaticano y, sobre todo, la del propio Papa y la de los peregrinos que participan en sus encuentros.
En primer lugar, quiso agradecerles su labor, muchas veces no reconocida suficientemente, y que posibilita que no haya sobresaltos.
FRANCISCO
“Os agradezco mucho vuestra profesionalidad y vuestra generosidad. Os animo a perseverar y a buscar lo mejor en vuestro trabajo, a que os esforcéis en acoger a todos con paciencia y comprensión, incluso en aquellos momentos donde se sienta más el cansando o el peso de situaciones desagradables”.
El Papa también les dijo que, pese a esos momentos críticos, ellos también tienen que ser un símbolo de la acogida a todos los que llegan al Vaticano.
FRANCISCO
“La actitud de proximidad hacia las personas es algo propio de vuestro trabajo y tenéis la posibilidad de testimoniarlo cada día. Por vocación, sois especialistas en proximidad”.
Por último, elogió su espíritu de ssacrificio y les confesó que les admira. Les invitó a no solo proteger a las personas sino también a proteger las raíces culturales de la Ciudad Eterna.