En enero, por primera vez un país de Centroamérica albergará una Jornada Mundial de la Juventud y Panamá está poniendo todo de su parte para que el evento dé mucho fruto.
Uno de los eventos de la agenda del Papa será aquí, en la iglesia de San Francisco de Asís donde mantendrá un encuentro con los obispos centroamericanos.
La iglesia llegó a ser un hospital y también una escuela. Incluso estas paredes acogieron a la Asamblea Constituyente de la que nació la primera constitución de Panamá. Desde que fuera edificada por los franciscanos, la iglesia ha pasado por diferentes manos.
P. JAVIER MAÑAS GARCÍA
Comité Amigos de las Iglesias del casco antiguo
“Aquí ellos tuvieron su primer convento y esta era su iglesia. Posteriormente, tras la marcha de los franciscanos, llegaron los jesuitas que fueron los que le dieron este toque arquitectónico nuevo al templo. Los jesuitas vuelven al istmo de Panamá y acometen una restauración del templo porque el antiguo templo colonial estaba en malas condiciones y le preparan un proyecto al arquitecto Meyer y él es el que construye y diseña la actual iglesia que se termina en 1918 y es lo que hoy podemos contemplar”.
No por menos vicisitudes ha pasado otra de las iglesias emblemáticas del Casco, la de San José o también conocida como la iglesia del Altar de Oro.
Cuenta la leyenda que cuando el pirata inglés Henry Morgan saqueó la ciudad en 1671, un sacerdote pintó el altar de un color oscuro para disimular su valor. Aunque no es realmente de este metal precioso. Está tallado en madera de caoba y recubierto con pan de oro. Tras el paso de Morgan que arrasó Panamá la Vieja, el altar fue trasladado a su actual ubicación.
La iglesia es otro de los edificios del Casco Antiguo que se están rehabilitando en esta zona, declarada en 1997 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Se está devolviendo el esplendor original a todo el conjunto monumental-histórico. El mismo que tenían en el siglo XVII, cuando formaba parte de la antigua ciudad española amurallada fundada en 1673.