Como cada año, el gran Mestro de la Orden de Malta ha pronunciado su discurso para los diplomáticos acreditados ante la orden. Se trata de una ocasión en la que esta potencia humanitaria hace un repaso de la situación mundial y explica cómo ayuda a paliar el sufrimiento provocado por los 36 conflictos abiertos que laceran el planeta. Uno de estos ejemplos es su trabajo en Irak tras el paso del autodenominado Estado Islámico.
FRA GIACOMO DALLA TORRE
Gran Maestro Orden de Malta
“Con el fin de facilitar el camino de regreso y la reintegración de las comunidades de refugiados de la llanura del Nínive, en el norte de Irak, nuestra agencia internacional de ayuda, Malteser International, está reconstruyendo casas y escuelas”.
En Oriente Medio la presencia de la Orden en apoyo a cristianos y no cristianos no solo constituye una forma de mejorar la vida de una población que desde hace años se enfrenta a conflictos armados; es también un mensaje de convivencia. Así sucede con sus iniciativas en Belén donde en este centro sanitario trabaja codo con codo personal cristiano y musulmán; o en Líbano, desbordado por la presencia de refugiados de Siria e Irak, donde la Orden gestiona diez ambulatorios y cuatro clínicas móbiles.
FRA GIACOMO DALLA TORRE
Gran Maestro Orden de Malta
“Este programa permite satisfacer las necesidades tanto de los refugiados como de las comunidades que los acogen permitiendo a ambos grupos entablar lazos sociales y culturales más fuertes y promoviendo la cohesión social”.
Está presente a través de su personal y sus voluntarios en todos aquellos lugares donde un ser humano necesite ayuda independientemente de su raza, credo o nación. Ya sea socorriendo a los migrantes que se juegan la vida en el Mediterráneo, a los venezolanos que buscan refugio en Colombia o a la minoría Rohingya en Blangladesh.
FRA GIACOMO DALLA TORRE
Gran Maestro Orden de Malta
“En Bangladesh un equipo gestiona tres centros médicos en los campos de refugiados para esta minoría perseguida proporcionando asistencia sanitaria y alimentación para niños desnutridos así como ayuda psicosocial”.
La Orden mantiene relaciones diplomáticas con 108 países del mundo además de con decenas de instituciones internacionales de primer nivel. Todo con un único objetivo: estar siempre presente con su consuelo y ayuda en medio de las peores tragedias.