A pesar de estar de vacaciones, el Papa Francisco se mantuvo muy ocupado en julio. Comenzó el mes nombrando por primera vez en la historia a un laico como jefe de un dicasterio vaticano.
Se trata del italiano Paolo Ruffini, nuevo prefecto de la Secretaría para la Comunicación. Se ocupa de supervisar la oficina de prensa y los medios de comunicación del Vaticano.
Una de las pocas ceremonias públicas del Papa en julio fue esta misa con refugiados, en el quinto aniversario de viaje a la isla de Lampedusa. Desde allí, envió un fuerte mensaje sobre el maltrato a los marginados.
FRANCISCO
“Esta no es una pregunta dirigida a otros, es una pregunta dirigida a mí, a ti, a cada uno de nosotros. ¡Cuántos pobres hoy son aplastados! ¡Cuántos pequeños son exterminados! Son todos víctimas de esa cultura del descarte que otras veces ha sido denunciada”.
En cuanto a la crisis migratoria, el Papa pidió que se derriben los muros y que se dé una respuesta de solidaridad y misericordia.
FRANCISCO
“Una respuesta que no haga demasiados cálculos pero que exige una equilibrada división de las responsabilidades, una honesta y sincera evaluación de las alternativas y una cuidada gestión. Política justa, es aquella que se pone al servicio de la persona, de todas las personas interesadas”.
El Papa viajó también a Bari, en el sur de Italia, para un encuentro ecuménico con 19 patriarcas y líderes de iglesias de Oriente Medio. Allí rezaron por la paz y estudiaron medidas concretas.
En Bari, Francisco lanzó una audaz declaración en la que denunció la indiferencia hacia las minorías religiosas de Oriente Medio.
FRANCISCO
'La indiferencia mata, y nosotros queremos ser una voz que combate el homicidio de la indiferencia. Queremos dar voz a quien no tiene voz, a quien solo puede tragarse las lágrimas, porque Oriente Medio hoy llora, sufre y calla, miestras otros lo pisotean en busca de poder y riquezas'.
En julio el Papa presidió un consistorio para anunciar la fecha de canonización de un joven italiano de mediados del siglo XIX. Se trata de Nunzio Sulprizio, que sería declarado santo durante el Sínodo de octubre sobre los jóvenes.
Pocas semanas después de apartar al cardenal McCarrick de cualquier ministerio público a causa de posibles abusos, decidió también expulsarlo del colegio de cardenales. Fue la primera vez que ocurría desde hacía 90 años.
El mes de julio concluyó con un multitudinario encuentro con 60,000 monaguillos de todo el mundo en San Pedro. El Papa les habló sobre la santidad cotidiana.
FRANCISCO
'Hay que esforzarse para hacer el bien siempre y convertirse en santos... el camino de la santidad no es para perezosos. Hace falta esforzarse'.
El encuentro marcó el fin del mes de vacaciones del Papa, y dio paso a un mes de agosto lleno de acontecimientos.
