El Papa Francisco ha pedido a su principal colaborador que viaje de su parte a Irak para pasar allí la Navidad.
Al final, el cardenal Pietro Parolin ha estado allí cuatro días, con encuentros tanto políticos como pastorales. Por ejemplo, se reunió con el presidente Barham Salih.
En todo momento le acompañó el patriarca de Bagdag, el cardenal Luis Rafael Sako, y el nuncio en Irak, Alberto Ortega.
El cardenal ha visitado también la llanura del Nínive, de donde los cristianos fueron expulsados por el Isis.
Allí Pietro Parolin dio las gracias a quienes han regresado a sus casas y les ha pedido que el dolor que han padecido no se convierta en rencor. Y es que, como ocurre con el padecimiento de los mártires, lo que han vivido no quedará sin fruto.