La historia de Emanuele conmovió al mundo hace medio año, incluso al Papa. Tiene solo diez años, pero su madurez es propia de un adulto.
El fallecimiento de su padre marcó un antes y un después en su vida, él recuerda perfectamente ese día.
EMANUELE
“Papá murió hace tres años”.
“Sí, en noviembre, el 10 de noviembre”.
Desde entonces, una duda le impedía vivir tranquilo. Un enigma que solo el Papa podía resolver para poder devolverle así la calma propia de un niño de su edad.
Ha pasado más de medio año, y tanto él como su madre, Elisabetta, y el padre Roberto, lo recuerdan con gran emoción.
EMANUELE
“Estaba helado”.
P. ROBERTO
“Estaba preparado para bajar y llevarlo hasta el Papa porque no se movía sabes... Y si el Papa te llama ¡no puedes decir que no!”.
ELISABETTA
Mamá de Emanuele
“Intervino en su sencillez, como un padre, el Santo Padre... Fue una emoción indescriptible”.
La parroquia de San Paolo della Croce, pidió a los niños de catequesis que escribieran una pregunta para hacer al Papa en su visita. Eligieron la de Emanuele. Quería saber si Dios estaba cuidando de su padre, aunque era ateo.
“¿Estás más tranquilo por tu papá ahora?”
EMANUELE
“Sí, mucho”.
“Estoy mucho más feliz ahora que ya tengo la certeza”.
ELISABETTA
Mamá de Emanuele
“En ese momento entendí lo importante que era para él y todo el sufrimiento con el que estaba cargando Emanuele”.
“Él me dijo: 'Mamá no es por ti, pero yo quiero que el Santo Padre me dé la respuesta porque él no me puede decir mentiras'”.
De lo que hablaron él y el Papa, Emanuele prefiere que se quede en un secreto.
EMANUELE
“Quiero que lo que hablamos el Papa y yo quede entre nosotros, entonces no puedo...”.
Emanuele y sus hermanos van cada fin de semana a la parroquia. Cada domingo, Emanuele ayuda a padre Roberto en la misa como monaguillo.
Su encuentro impactó tanto, que hasta recibió un regalo sorpresa del jugador de sus sueños Francesco Totti dedicado a él y a su padre.
EMANUELE
“Fue una sorpresa. Fuimos a la parroquia y vimos a un hombre con corbata y con una bolsa”.
ELISABETTA
“Emanuele sospechó algo porque me dijo: 'Ese hombre llevaba el escudo de la Roma en la corbata!'.
EMANUELE
“Me dieron gorros, zapatos...”
“Y la camiseta del último partido de Totti”.
“¡Oye pues claro! ¡Francesco Totti!”.
Emanuele y sus hermanos ya tienen su lista de deseos para Navidad.
“Mi sueño es ser un abogado penalista”.
“Yo quiero ser un chef”.
Irene llora porque sabe que su sueño es difícil que se cumpla.
“Su sueño sería encontrarse con su papá”.
Elisabetta Paciotti es la imagen viva de una madre coraje. Además de Emanuele, Irene y Daniele, tiene otro hijo más, Alessandro, tiene 18 años y padece autismo grave. Aún así, sigue adelante sola, con sus cuatro hijos, y con una sonrisa con la que da fuerza a sus hijos para que, a pesar de los obstáculos que la vida les impuso, encuentren unidos una solución a todo.
