Esta monja y este médico dirigen uno de los pocos hospitales que siguen abiertos en Siria.
Es este, el “Hospital Italiano” de Damasco. Aquí, gracias a una campaña apoyada por el Papa, atienden gratis a miles de personas sin recursos.
SOR CAROLIN TAHHAN
Hospital Italiano de Damasco (Siria)
“Desde siempre damos este toque humanitario: no hacemos diferencias, acogemos a todos los enfermos, y especialmente en estos tiempos difíciles, ayudamos a los heridos que vienen a nuestro hospital. Ahora, con este proyecto “Hospitales Abiertos”, ayudamos más personas todavía”.
JOSEPH FARES
Hospital Italiano de Damasco (Siria)
“Cuando llegan los enfermos, les atendemos. Y cuando vienen por heridas de guerra, les atendemos gratis. Ya lo hacíamos antes del proyecto 'Hospitales Abiertos'. Queremos curar a todos los sirios que están mal”.
Desde que en 2017 comenzó el programa “Hospitales Abiertos” y hasta hoy, por sus consultas y quirófanos han pasado 16.500 pacientes. Antes de 2020 esperan llegar a 45.000. El perfil de sus enfermos coincide con el de la población de Siria, o sea que el 95% son musulmanes.
SOR CAROLIN TAHHAN
Hospital Italiano de Damasco (Siria)
“Nada más entrar, ven a las monjas en la portería y preguntan:'¿Podemos entrar?' '¡Por supuesto!' Les recibimos con cariño. Y si vemos que la enfermedad es grave, la monja se interesa, intenta ayudar, aliviar el dolor y el sufrimiento,... En los últimos tiempos vienen de zonas de guerra. Y aquí encuentran abiertas antes las puertas de nuestro corazón que las del hospital”.
JOSEPH FARES
Hospital Italiano de Damasco (Siria)
“Cuando curamos a los que estaban heridos y les decimos que no deben pagar nada, besan las manos de las monjas y de los médicos para dar las gracias por haberse quedado en Siria. Nos dicen que sin nosotros estarían muertos”.
El programa “Ospedali Aperti” u “Hospitales Abiertos” de Siria fue lanzado por el nuncio del Papa en Damasco Mario Zenari y lo financian organizaciones católicas de varios países.
La ayuda económica ha permitido desde comprar maquinaria sanitaria y medicamentos; a poder reparar la electricidad y la calefacción; o enseñar a médicos las técnicas más modernas en Europa. Pero sobre todo, ha dado esperanza a miles de personas en medio de la guerra de Siria.