Estas velas que sostienen el nuncio en Damasco y varios religiosos sirios se unen en un mismo espíritu a esta otra...
El Papa y miles de personas más han encendido una luz para iluminar la oscuridad de la guerra en Siria. Sobre todo, para llamar la atención sobre la tragedia que padecen millones de personas, especialmente, los niños.
CARD. MARIO ZENARI
Nuncio apostólico en Damasco
“Este conflicto ha supuesto una masacre para los niños. Son los que han pagado el precio más alto de esta guerra. Los niños y las mujeres. Por eso, fue hermoso el gesto del Papa y también este encuentro en la embajada de Polonia, porque ayudan a mantener viva esta llama de los jóvenes y niños sirios”.
Todas estas velas forman parte de la campaña de Ayuda a la Iglesia Necesitada “Velas por la paz en Siria”. Unos 50.000 niños de varias ciudades sirias y de diferentes religiones han pintado dibujos sobre la paz que han pegado a sus velas.
La Fundación Pontifica reunió en la Embajada de Polonia ante la Santa Sede a un grupo de embajadores que escucharon, de primera mano, los testimonios desgarradores que llegan desde Siria, un país que sufre desde hace 8 años la que la ONU califica como la peor guerra en lo que llevamos de siglo.
SOR ANNIE DEMERJIAN
Congregación Jesús María
“Tres millones de niños han nacido durante la guerra y no conocen más que odio, violencia y muerte”.
MONS. DENYS ANTOINE CHAHDA
Arzobispo sirio-católico de Alepo
“¿Por qué razón se destruyeron las vidas de todas estas personas? Pedimos al mundo que se haga justicia”.
Además de los testimonios, se sucedieron los momentos emotivos como esta conexión con los niños de una escuela siria que entonaron “Noche de paz”.
O este Padrenuestro en Arameo, la lengua del mismo Cristo, y que rezó el arzobispo sirio-católico de Alepo.
Además de encender una vela real por estos pequeños durante esta Navidad, es posible encender también una virtual para sumarse a la campaña a través de la página web candlesforsirya.org. Una iniciativa para recordar que las tinieblas de la guerra no pueden tener la última palabra.