En diciembre, Francisco pide a los cristianos que se rece para que las personas dedicadas al servicio de la transmisión de la fe “encuentren un lenguaje adaptado al presente, en diálogo con la cultura, en diálogo con el corazón de las personas y sobre todo escuchando mucho”.
El Papa insiste en que la escucha es un elemento fundamental para la predicación: “Si uno quiere compartir su fe con la palabra, tiene que escuchar mucho”. Por eso recomendó imitar “el estilo de Jesús, que se adaptaba a las personas que tenía ante Él para acercarles el amor de Dios”.