La droga no es la única adicción del siglo XXI. La mejora de las tecnologías también ha fomentado otro tipo de dependencias.
En el Vaticano decenas de expertos han mostrado las heridas dejadas por la ludopatía u otras adicciones.
Noriko Tanaka explica que el juego es muy difícil de combatir en Japón porque las familias no acuden a especialistas. Les llena de vergüenza dar a conocer el drama que padece uno de sus miembros. La experta dice que en su país la adicción al juego afecta al 3.6% de la población.
NORIKO TANAKA
Sociedad de Ayuda a Adicción en el Juego (Japón)
“Japón tiene unas leyes muy pobres sobre la ludopatía. El gobierno no ha dado pasos reales para combatir la adicción en el país. Esta es una enfermedad que hace que la gente se odie a ellos mismos y que se sientan profundamente avergonzados”.
La otra gran cuestión que se ha afrontado en el congreso es tratar la pornografía en Internet como dependencia. Peter Kleponis lleva más de 20 años estudiando cómo la revolución tecnológica ha afectado en el comportamiento de las personas en este campo.
PETER C. KLEPONIS
Instituto de salud matrimonial (Estados Unidos)
“Estamos viendo que la pornografía funciona igual que una sustancia adictiva. Esto es lo que señala la comunidad neurocientífica. Descubrieron que la droga y la adicción al sexo afectan al cerebro de la misma forma. Hace dos años un estudio reveló que el 50% de los hombres en Estados Unidos consumían pornografía al menos una vez al mes. El 40% lo hace varias veces a la semana. Es un problema grave en mi país y cada vez afecta más a las mujeres. Una tercera parte de las personas que visitan webs pornográficas son mujeres”.
Tras las adicciones se esconde un gigante negocio. Según Kleponis la pornografia a nivel mundial mueve 100 mil millones de dólares al año. El negocio del juego, mucho más. Según la consultora H2 Gambling Capital, solo en Estados Unidos, movió unos 196,2 mil millones de dólares en 2017.
