El encuentro con corales de todo el mundo comenzó a lo grande: entre el ferviente entusiasmo de los participantes y la música.
Miles e personas venidas desde lejanos lugares como Filipinas o Canadá llenaron el Aula Pablo VI para escuchar al Papa.
“Santo Padre, desde hace tres días el Vaticano ha sido invadido por estos 7000 jóvenes que con sus cantos e instrumentos musicales muestran de modo evidente y tangible la belleza de la música”.
Francisco bromeó con ellos recordando que su presencia no pasó desapercibida en Roma y les advirtió de un peligro: el de acaparar protagonismo en las celebraciones litúrgicas.
FRANCISCO
“No caigáis en la tentación de un protagonismo que humille la participación activa del pueblo en la oración. Por favor, no hagáis de 'primera dama'”.
El Papa explicó que es importante que durante las ceremonias litúrgicas la gente cante. Cantar les permite participar activamente en Misa y expresar su piedad.
FRANCISCO
“Esa piedad popular que sabe rezar creativamente, que sabe cantar creativamente. Esa piedad popular que, como dijo un obispo italiano, es el 'sistema inmunitario' de la Iglesia. Y el canto permite que esa piedad se realice”.
Francisco les recomendó no menospreciar manifestaciones de piedad popular como las fiestas patronales o procesiones. Pero sobre todo subrayó la importancia que tiene la música en la Eucaristía. Dijo que es un instrumento de evangelización.