El Papa Francisco insiste y vuelve a poner el dedo en la llaga: denunció la creciente persecución contra los cristianos ante la pasividad del mundo.
No solo eso: dijo que en los países democráticos hay un martirio que no derrama sangre y que se produce cuando la libertad religiosa se limita. La llamó el “martirio blanco”.
Estas palabras las pronunció ante los participantes en la asamblea general de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro.
“Nos sentimos honrados por la audiencia que Su Santidad ha querido concedernos”.
El Gran Maestre de la Orden, el cardenal Edwin O’Brien, abrió el encuentro dirigiendo a Francisco palabras de agradecimiento. El Papa le respondió con estas cordiales palabras de bienvenida.
FRANCISCO
“Aquí, en el Vaticano, estáis, en cierto modo, en vuestra casa, puesto que constituís una antigua institución pontificia puesta bajo la protección de la Santa Sede”.
La Orden Ecuestre del Santo Sepulcro cuenta con 30.000 miembros y es una de las puntas de lanza de la Iglesia en Tierra Santa. Mantiene escuelas y hospitales, además de otras actividades caritativas en la región, y es una de las instituciones más activas que intenta preservar la presencia de los cristianos en Oriente Medio.