Asia Bibi es libre tras haber pasado casi 9 años de calvario en una celda tan pequeña que estirando los brazos ya tocaba las paredes y donde su propio carcelero intentó matarla.
RICCARDO NOURY
Portavoz Amnesty international Italia
“La idea de que un abogado musulmán se haya ocupado de la suerte de una condenada a muerte cristiana es algo importantísimo así como el hecho de que otros musulmanes que la han defendido hayan pagado con su vida como un ministro o el ex-gobernador del Estado del Punjab del que era originaria. Desde este punto de vista es la prueba de que las religiones pueden convivir”.
El abogado de Asia Bibi es este hombre, que tuvo que huir precipitadamente de Pakistán a Holanda, casi con lo puesto, nada más salir de la Corte Suprema de Pakistán. El tribunal tardó tres años en resolver a favor de Asia Bibi el recurso in extremis que presentó para no ser ejecutada en la horca.
La decisión ha exacerbado los ánimos de los radicales islámicos del país. Amnistía Internacional ha alzado la voz en favor de Asia Bibi y reitera que la necesidad de que se derogue la ley antiblasfemia.
RICCARDO NOURY
Portavoz Amnesty International Italia
“Una ley que castigue la blasfemia o frases ofensivas contra la religión es una ley que no tiene nada de malo pero, en este caso, se ha usado de forma escandalosa. Es una ley que se ha usado durante muchísimos años para resolver asuntos privados y para venganzas personales. Es una ley que ha servido para tranquilizar a estos exhaltados que, de otra forma, hubieran hecho justicia a su manera. Es una ley que favorece esta injusticia sumaria que han pagado las minorías religiosas”.
Asia Bibi se encuentra escondida en un lugar seguro todavía en Pakistán pero su futuro pasa obligatoriamente por marcharse de su país porque la quieren muerta.
RICCARDO NOURY
Portavoz Amnesty International Italia
“El destino de Asia Bibi es complicado. Si su salvación depende de que sea acogida o se le otorgue asilo en otro país supondrá también una derrota, porque Asia Bibi tiene derecho a vivir a salvo y segura en su propio país”.
Amnistía Internacional asegura que el gobierno de Pakistán tiene el deber de proteger a todos los ciudadanos independientemente de su religión y no someterse a los extremistas que ya acabaron con la vida de políticos como Shahbaz Bhatti y Salmaan Taseer por haber defendido a Asia Bibi.