Con este comunicado, el Vaticano ha anunciado que el Papa acepta la invitación del rey Mohamed VI de Marruecos para visitar el país.
Francisco viajará a Rabat y Casablanca los días 30 y 31 de marzo. Un ambicioso viaje con dos grandes cuestiones en su agenda: las migraciones y relación con el Islam.
Precisamente por este país pasa la ruta que miles de emigrantes recorren para intentar llegar a Europa.
Además, Marruecos puede considerarse un país islámico moderado, aunque hasta hace solo un año el Consejo Superior de Ulemas no revocó la ley que castigaba la apostasía con la pena de muerte.
Juan Pablo II viajó a Marruecos en 1985. Precisamente en Casablanca se reunió con 80.000 jóvenes musulmanes y respondió sus preguntas. En catorce siglos de historia del Islam, jamás un obispo de Roma había entablado un encuentro semejante con los musulmanes.