Esta familia de origen filipino se cansó de esperar. La abuela nunca había estado en Roma y por eso no dejaron escapar la oportunidad y por su 80 cumpleaños la trajeron a la Ciudad Eterna y a ver al Papa.
“He sido bendecida”.
“¿Se siente bendecida?”.
“Sí”.
“Vi al Papa en 1995, cuando era Juan Pablo II. Era la Jornada Mundial de la Juventud de Filipinas. Fue muy emocionante. Francisco ha sido el segundo Papa que he visto en mi vida”.
Y hablando de Juan Pablo II: precisamente nos encontramos con esta familia polaca. La madre deseaba desde hace tiempo estar en Roma y cerca de Francisco.
“Fue emocionante, de verdad, sobre todo con el Papa que tenemos ahora, el Papa Francisco. Aunque nosotros somos polacas y, lógicamente estamos muy ligadas a Juan Pablo II”.
Y de Europa nos vamos hasta América. Jorge Alejandro y Giorgina vienen de México y para ellos Roma es casi como rozar el cielo.
“Es impresionante por dentro el Vaticano, es hermosísimo. Y el hecho de sentirse cerca del papa también. Es algo inolvidable”.
“El baldaquino. Yo en lo personal soy fan de Bernini de siempre y ver todas sus obras allá dentro es lo máximo. El baldaquino es impresionante. Verlo en fotos es una cosa y verlo abajo es otra”.
En San Pedro, cada miércoles se respira una atmósfera especial. Una mezcla de religiosidad, devoción, colores e idiomas. Y todo ello sin salir de la plaza.