El arzobispo de Sídney ha participado en el Sínodo de casi un mes de duración sobre los jóvenes y el discernimiento vocacional.
Sabe de lo que habla, pues aprovechando lo aprendido en la JMJ de Australia en el 2008, escribió este libro: “Querido joven amigo: cartas sobre la juventud, la fe y el futuro”. Se trata de 40 cartas escritas a los jóvenes para afrontar sus preguntas.
MONS. ANTHONY FISHER
Arzobispo de Sídney, Australia
“Trato de responder a las preguntas que me suelen hacer los jóvenes. Algunas de ellas se refieren a temas muy particulares o personales y otras, en cambio son preguntas más generales”.
Entre los temas que afronta está cómo lidiar situaciones como la depresión o la ansiedad, cómo soñar a lo grande y no desanimarse ante las dificultades.
MONS. ANTHONY FISHER
Arzobispo de Sídney, Australia
“Nuestro tiempo tiene desafíos muy particulares para la gente joven. Piensa en la crisis de los abusos sexuales en la Iglesia, que ha herido a tantos jóvenes y dañado nuestra credibilidad como Iglesia. Piensa en la secularización de la sociedad, que no sabe qué creer o en quién confiar. Piensa en los avances tecnológicos, las migraciones en masa que hay en algunos rincones del planeta”.
El arzobispo Anthony Fisher cree que para los obispos ha llegado el momento concreto de la escucha: de escuchar y hablar con los jóvenes, especialmente en Australia.
MONS. ANTHONY FISHER
Arzobispo de Sídney, Australia
“Yo diría a los jóvenes: si como Iglesia os hemos decepcionado, os pido perdón. Pero no dejéis a Cristo porque algunos de nosotros hayamos fallado. Cristo y la Iglesia son mucho más que nosotros. Lo que importa es Cristo. Eso es lo que os ofrecemos, es lo mejor que os podemos dar. Aunque hayamos fallado como líderes en la Iglesia, Cristo nunca falla”.
El Sínodo concluirá con una carta dirigida a los jóvenes y un documento final con las conclusiones. Este contendrá las reflexiones que suscitaron las historias que obispos como Anthony Fisher han traído de distintas partes del mundo. El final del Sínodo marcará un nuevo punto de partida para que la Iglesia rejuvenezca su rostro.