Durante estas semanas, unos 260 obispos han reflexionado sobre cómo proponer la fe a los jóvenes. Hablaron de espiritualidad, pastoral juvenil y qué ayuda deben prestar obispos y sacerdotes.
MONS. LUCAS VAN LOOY
Obispo de Gante y Presidente de Cáritas Bélgica
“El primer tema del que hablamos verdaderamente fue de la necesidad de oír a los jóvenes. No solo oírlos sino escucharlos. No basta decir 'te oigo', sino 'te oigo y quiero escucharte. Quiero hacer lo que me has dicho'. Todo esto es un modo muy activo de estar entre los jóvenes”.
Este obispo de Bélgica asegura que la “palabra más importante del sínodo” ha sido “escuchar”. Sin embargo piensa que no se ha entendido el concepto totalmente.
MONS. LUCAS VAN LOOY
Obispo de Gante y Presidente de Cáritas Bélgica
“Lo que echo en falta en el texto es explicar cómo se escucha. Solo puedes escuchar a la gente si estás con ella, no lo puedes sustituir por el teléfono o un vídeo. Tienes que estar con ellos. Han hablado mucho sobre la escucha. Escuchar al otro y escuchar a los jóvenes, pero ¿cómo lo haces y bajo qué condiciones? La condición básica es: debes estar ahí”.
El obispo de Gante asegura que en su diócesis intenta dedicar el mayor tiempo posible a los jóvenes para aprender de ellos. Por eso, espera que la carta que el sínodo va a enviar a los jóvenes se escriba de forma distinta a los habituales documentos eclesiásticos.
MONS. LUCAS VAN LOOY
Obispo de Gante y Presidente de Cáritas Bélgica
“Queremos escribir un mensaje a los jóvenes y no es fácil. Es más, creo que quien escriba ese mensaje debería ser alguien que está constantemente con ellos. Debería ser una carta escrita por los jóvenes y firmada por los obispos”.
Espera que esta carta utilice “el lenguaje común utilizado por los jóvenes”, como si se escribiera a un amigo. Quiere que los jóvenes se entusiasmen con el texto, lo compartan y comprendan que la Iglesia cuenta con ellos.