Desde principios de octubre, cientos de obispos de todo el mundo participan en el sínodo sobre cómo ayudar a los jóvenes a vivir la fe y a descubrir su vocación.
Cada uno llega con propuestas y con buenas prácticas que ya ayudan a los jóvenes de sus países.
El arzobispo de Edimburgo asegura que lo que los jóvenes de su diócesis le piden es que alguien les explique bien los fundamentos de la fe.
LEO WILLIAM CUSHLEY
Arzobispo de St Andrews, Escocia
“Los jóvenes quieren que cuente en el sínodo que desean conocer la fe católica más profundamente. No nos piden que la suavicemos. No quieren que la simplifiquemos. Sino que les digamos lo que significa ser católico, y los acompañemos en este camino”.
Este obispo de Guatemala explica que en su país la familia es muy importante para los jóvenes. Dice que esto es especialmente importante, pues la situación económica lleva a muchos a emigrar a otro país para buscar un futuro mejor.
ROSOLINO BIANCHETTI BOFFELLI
Obispo de Quiché, Guatemala
“Hay mucha migración, sobre todo hacia los Estados Unidos, pero mantienen esa relación con su familia y con su comunidad. Son valores que nosotros estamos tratando de alimentar, de apoyar, para que mantengan su identidad”.
También tiene una propuestas el obispo de Derry, Irlanda, que asegura que ha encontrado en el Sínodo gran apertura y aliento para que los jóvenes renueven la Iglesia.
DONAL MCKEOWN
Obispo de Derry, Irlanda
“He encontrado gran apertura. De verdad se está diciendo: 'Jóvenes, necesitamos que renovéis la Iglesia, que os hagáis cargo de ella, que traigáis vuestra energía. Tenemos que confiar en vosotros para asumáis todos los riesgos que eso implica'. Y es que la Iglesia comenzó como una Iglesia de jóvenes guiada por Jesús, que también era un joven”.
Uno de los participantes es el Papa Francisco, que cada día llega a pie hasta el aula del sínodo, y que se detiene en la puerta para saludar a los participantes.
