El presidente polaco Andrzej Duda visitó el Vaticano para celebrar los 40 años de la elección de Juan Pablo II. Era la segunda vez que se encontraba con el Papa.
“Esta vez nos vemos en Roma”.
Durante los 30 minutos de reunión hablaron de cuestiones como la próxima cumbre internacional sobre el clima en Katowice, la acogida de emigrantes y la promoción de la familia. En Polonia el gobierno paga 120 euros por cada hijo, a partir del segundo.
El presidente le regaló este cuadro de la Divina Misericordia y una cesta de productos típicos del país.
El Papa le entregó un medallón con el tercer brazo de la “columnata” de San Pedro, que no llegó a construirse.
Hablaron también sobre cómo afrontar la crisis de la Unión Europea, y el presidente le dijo que “hay que regresar a los valores fundacionales”.
Por eso, antes de marcharse, el Papa le dijo esto.
“Y gracias por lo que hace por Europa”.
Y luego, le pidió que saludara de su parte a la primera ministra.
“Y salude de mi parte a la señora Beata”.
El presidente invitó al Papa a regresar a Polonia el año que viene, por los 100 años de relaciones entre ambos países. Francisco le dio las gracias, pero por ahora no le respondió...
