Pablo VI marcó de modo especial el pensamiento de Francisco. Jorge Mario Bergoglio dio los grandes pasos de su vida durante ese pontificado: en 1969 fue ordenado sacerdote, a los 32 años, y en 1973, a los 36, hizo su profesión solemne en la Compañía de Jesús.
A Francisco lo que más le atrajo de Pablo VI fue la profundidad de su espíritu evangelizador. Esta está contenida en su documento Evangelii Nuntiandi, donde se dan claves para hablar de Dios al mundo moderno.
FRANCISCO
16 de junio, 2014
“Aún hoy es el documento pastoral más importante del post-concilio y que no ha sido superado. Debemos acudir a él. Es una cantera de inspiración esa exhortación apostólica. Y la hizo el gran Pablo VI, de su puño y letra, porque después de ese Sínodo no se ponían de acuerdo si hacer una exhortación, si no hacerla... y al final el relator – era San Juan Pablo II – agarró todos las hojas y se las entregó al Papa como diciendo: 'Arréglatelas, hermano'. Pablo VI leyó todo y, con esa paciencia que tenía, comenzó a escribir. Y, para mí, es el testamento pastoral del gran Pablo VI”.
El otro punto clave del pontificado de Pablo VI que para Francisco es crucial son las conclusiones del Concilio Vaticano II: allí se establecen directrices base sobre el papel de los laicos o la relación entre obispos y pontífice. Dos temas de fondo que son clave de su pontificado.
FRANCISCO
18 de mayo, 2015
“Los laicos que tienen una formación cristiana auténtica no deberían necesitar a un obispo-piloto o un monseñor-piloto o un estímulo clerical para asumir la propia responsabilidad a todos los niveles”.
La influencia de Pablo VI en Francisco es profunda. Es el Papa que más veces cita.
Pero no solo dejó huella en él sino que también en sus predecesores. Juan Pablo II desarrolló en sus catequesis el mensaje de la Humanae Vitae y a Benedicto XVI le impresionó cómo Pablo VI concebía la relación entre la Iglesia y el mundo moderno.