El domingo siete nuevos beatos subirán a los altares como santos. Entre ellos encontramos desde un Papa, pasando por un mártir, dos religiosas y dos sacerdotes, hasta un joven laico.
Francisco presidirá esta multitudinaria ceremonia para la que se esperan unos 70.000 peregrinos. Será una jornada de celebración y especial también para el Papa.
MONS. ANGELO BECCIU
Prefecto, Congregación para las Causas de los Santos
“Creo que el Papa estará muy contento. Una de las primeras cosas que me dijo al inicio de su pontificado era que esperaba y rezaba para poder canonizar a Pablo VI”.
Junto a Pablo VI será canonizado monseñor Óscar Romero. Ambos se conocieron en vida y mantuvieron una amistad. Después de un proceso de canonización no exento de muchas dificultades, el obispo de los pobres, asesinado por odio a la fe, será proclamado santo.
Cuando fue tiroteado en 1980 El Salvador sufría una enorme violencia y represión que incluso creció después de su asesinato, unas heridas que están curando lentamente y que Romero podría ayudar a sanar.
CARD. GREGORIO ROSA CHÁVEZ
Obispo Auxiliar de San Salvador
“El buen olor de Cristo, su santidad, va a curar heridas. El romero sirve para enfermedades respiratorias y heridas infectadas. El país está con una atmósfera contaminada, moral y también ecológica y también con muchas heridas que aún no han cerrado”.
La canonización será en Roma pero los obispos de El Salvador han pedido al Papa que visite la tumba de monseñor Romero cuando viaje a Centroamérica con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, una idea que parece haber gustado.