Papa en Santa Marta: ¿Trabajas de modo coherente con tu fe?

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09/10/2018
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En su homilía en Casa Santa Marta el Papa invita a preguntarse sobre cómo vivir la fe en el día a día. Lamenta que haya “cristianos que van el domingo a misa, pero después no tienen tiempo ni para los hijos”.

FRANCISCO
“Contemplación y servicio: éste es el camino de nuestra vida. Que cada uno de nosotros piense: ¿Cuánto tiempo dedico cada día a contemplar el misterio de Jesús? Y después: ¿Cómo trabajo? ¿Trabajo tanto que parece una alienación, o trabajo de modo coherente con mi fe? ¿Trabajo como un servicio que viene del Evangelio? Nos hará bien pensar esto”.

Propuso el ejemplo de San Benito y San Pablo como personas que trabajaron con espíritu de contemplación. Y pidió a los cristianos que dediquen unos minutos cada día a “mirar al Señor” y salir de la la cultura del “tengo mucho que hacer, estoy siempre ocupado”.

EXTRACTO DE LA HOMILÍA EN ESPAÑOL
(Fuente: Vatican News)

“Hay tantos cristianos que sí van el domingo a Misa, pero después están ocupados, siempre. No tienen tiempo ni para los hijos, y ni siquiera para jugar con sus hijos: es feo esto. ‘Tengo tanto que hacer, estoy ajetreado…’. Y al final se convierten en cultores de esa religión que es el estar atareado: pertenecen al grupo de los ocupados, que siempre están haciendo… pero detente, mira al Señor, toma el Evangelio, escucha la Palabra del Señor, abre tu corazón… No: siempre el lenguaje de las manos, siempre… Y hace el bien, pero no el bien cristiano: un bien humano. A estos les falta la contemplación. A Marta le faltaba esto. Valerosa, siempre iba adelante, llevaba las cosas en la mano, pero le faltaba la paz: perder el tiempo mirando al Señor. 

“Cada cosa que hacía Pablo la hacía con este espíritu de contemplación, de mirar al Señor. Era el Señor el que hablaba a su corazón, porque Pablo era un enamorado del Señor. Y ésta es la palabra-clave para no equivocarse: enamorados. Nosotros, para saber de qué parte estamos, si exageramos porque vamos hacia una contemplación demasiado abstracta, también gnóstica, o si estamos demasiado ocupados, debemos hacernos esta pregunta: “¿Estoy enamorado del Señor? ¿Estoy seguro, estoy segura de que Él me ha elegido? ¿O vivo mi cristianismo así, haciendo las cosas… sí, hago esto, hago, hago, pero mira y el corazón? ¿Contempla?”. 

“Contemplación y servicio: éste es el camino de nuestra vida. Cada uno de nosotros piense: ¿Cuánto tiempo al día dedico a contemplar el misterio de Jesús? Y después: ¿Cómo trabajo? Trabajo tanto ¿que parece una alienación, o trabajo de modo coherente con mi fe? ¿Trabajo como un servicio que viene del Evangelio? Nos hará bien pensar esto”. 

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