La Academia Sueca ha otorgado el premio Nobel de la Paz al doctor Denis Mukwege y a la activista pro derechos humanos Nadia Murad.
Nadia Murad es iraquí de la etnia yazidí. Cuando el autoproclamado Estado Islámico atacó su aldea, Kocho, en Sinjar, tuvo que ser testigo de cómo los terroristas mataban a 18 miembros de su familia, incluida su madre. Ella fue secuestrada y convertida en esclava sexual por los yihadistas. A los tres meses escapó de su cautiverio y, desde entonces, se ha dedicado a buscar justicia y reclamar la declaración de genocidio para el pueblo yazidí. En mayo de 2017 se encontró con el Papa Francisco.
El doctor Mukwege es ginecólogo y trabaja en República Democrática del Congo donde trata en su hospital a mujeres violadas, torturadas y mutiladas en un conflicto bélico que utiliza la agresión a las mujeres como arma de guerra.
Ambos fueron también galardonados con el premio Sajarov que concede el Parlamento Europeo.