En agosto Francisco tomó una medida excepcional. Pidió a los católicos que inicien un período de oración y penitencia por los escándalos de abuso sexual y encubrimiento. En octubre ha vuelto a pedir a los cristianos que recen de modo especial. Esta vez por una intención indirectamente ligada a la anterior: ha pedido rezar por la unidad.
Los escándalos han reforzado voces discordantes en la Iglesia y ante el riesgo de que dentro de ella se creen divisiones el Papa ha pedido lo siguiente: que en octubre, un mes tradicionalmente dedicado a la Virgen, los cristianos recen el rosario cada día y pidan a María y al arcángel San Miguel “...protejer a la Iglesia del diablo, porque siempre intenta separarnos de Dios y entre nosotros”.
El Papa ya lo preanunció hace unos días, cuando el 11 de septiembre en su Misa matutina predicó esta homilía.
FRANCISCO
“En estos tiempos parece que el 'gran acusador' se ha desatado y está atacando a los obispos. Es verdad, todos somos pecadores, también los obispos. Él intenta desvelar los pecados, que se vean, para escandalizar a la gente. La fuerza del obispo contra el 'gran acusador' es la oración, la de Jesús sobre el obispo y la suya propia; y la humildad de sentirse elegido y permanecer cerca del pueblo de Dios, sin buscar una vida aristocrática que elimine esta unción. Recemos hoy por nuestros obispos: por mí, por los que están aquí y por todos los obispos del mundo”.
2018 ha sido un período intenso en Roma. De los 34 obispos chilenos que pusieron su cargo a disposición del Papa a causa de sus “graves errores y omisiones ”, en materia de gestión de casos de abuso sexual, Francisco ha aceptado la dimisión de 7.
Entre junio y agosto la atención se centró en Estados Unidos. Francisco expulsó del cardenalato al exarzobispo de Washington y conoció la magnitud del informe de Pensilvania.
En Irlanda pidió perdón por los abusos y encubrimientos cometidos por miembros del clero y volviendo del viaje se encontró con la retahíla de críticas publicadas por el exnuncio en Washington, Carlo Maria Viganò. El exdiplomático ha lanzado graves acusaciones contra Francisco y otros altos cargos de la curia desde tiempos de Juan Pablo II.
Estas son las dos oraciones para rezar después del rosario:
Sub Tuum Praesidium
Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!
Amén.
Oración a San Miguel Arcángel
San Miguel, defiéndenos en la lucha, sé nuestro amparo contra la perversidad y las acechanzas del demonio, que Dios humille su soberbia. Y tú, Príncipe de la milicia celeste, arroja al infierno a Satanás y demás espíritus malignos que vagan por el mundo para perdición de las almas.
Amén.
