Carlo Maria Viganó, ex nuncio en Estados Unidos, ha publicado una carta en inglés encabezada por su escudo episcopal.
Allí reitera sus acusaciones contra el Papa y pide a los católicos que no se desanimen durante este “periodo de penitencia y de conversión”.
Subraya que (el Vaticano) “no proporciona documentos (para defenderse) porque éstos confirmarían” sus acusaciones. Aunque tampoco él ha aportado ningún documento que pruebe las suyas.
La idea de fondo de esta carta y de la anterior es que Francisco habría eliminado las sanciones que Benedicto XVI impuso al ahora ex cardenal McCarrick quien abusaba de sacerdotes y seminaristas.
Sin embargo, Benedicto no impuso sanciones sino que hizo una “petición privada” al cardenal de que no viajara y no participara en encuentros públicos; una petición que no obedeció.
Como no existía la sanción, Francisco no pudo retirar nada. Además, tampoco encomendó a McCarrick misiones oficiales, y le expulsó del grupo de cardenales el pasado junio.
El nuncio Viganó tampoco explica por qué durante los años que pasó en Washington como representante papal no obligó al ex arzobispo a poner en práctica las indicaciones de Benedicto XVI.
En la carta acusa al Papa también de haber encubierto a McCarrick, a otro cardenal ya fallecido y a dos sacerdotes abusadores. Dice además que el cardenal encargado de nombrar obispos de hecho es sustituido por dos sacerdotes homosexuales.
Una carta dura, con insultos y acusaciones contra el Papa, con consejos para el resto de los católicos.
Mientras tanto, la Santa Sede prepara la respuesta con sus explicaciones, que publicará próximamente, quizá cuando se calmen las aguas y puedan contrastarse con frialdad los datos.