A pesar del cansancio tras cuatro días de viaje en los países Bálticos, el Papa no faltó a su cita semanal con los peregrinos en San Pedro.
Dijo que en su visita a Lituania, Letonia y Estonia, con motivo de sus 100 años de independencia, una de sus misiones era recordar lo importante que es “dar sentido a la libertad” que recuperaron tras la persecución nazi y soviética.
FRANCISCO
“Mi misión fue anunciar a los pueblos la alegría del Evangelio y la revolución de la ternura, de la misericordia, porque la libertad no es suficiente para darle sentido y plenitud a la vida sin el amor, amor que siempre viene de Dios”.
Francisco explicó que su visita al Museo de la Ocupación y de la lucha por la libertad en Vilna, Lituania, le conmovió especialmente.
FRANCISCO
“Me paré a rezar en las mismas habitaciones donde eran detenidos, torturados y asesinados los opositores del régimen. Asesinaban a unas cuarenta personas por noche. Fue conmovedor ver hasta qué punto puede llegar la crueldad humana. Pensemos en esto”.
El Papa explicó que fue un viaje importante es que tras tantos años de sufrimiento, las personas han dejado a un lado su fe, sobre todo en Letonia y Estonia.