La última gran ceremonia del viaje del Papa a los Países Bálticos, ha sido esta misa en la Plaza de la Libertad de Tallin, en Estonia.
Francisco comparó a esta nación y a los Países Bálticos con el pueblo judío al que Moisés liberó de la esclavitud de Egipto.
FRANCISCO
“Nos toca a nosotros, al igual que al pueblo salido de Egipto,escuchar y buscar. Vosotros no habéis conquistado vuestra libertad para terminar esclavos del consumo, del individualismo, o del afán de poder o dominio”.
El Papa les advirtió de los peligros a los debe afrontar la sociedad actual, como también el pueblo de Israel tuvo que afrontar problemas. Les pidió discernir bien el significado de 'libertad'.
FRANCISCO
“Algunos se consideran libres cuando viven sin Dios o al margen de Él. No advierten que de ese modo pasan por esta vida como huérfanos, sin un hogar donde volver”.
El Papa, les recordó una de las ideas principales de su última carta 'Gaudete et exsultate': que todos están “llamados a ser santos”, viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en la ocupaciones de cada día.
FRANCISCO
“Tenemos que perder el miedo y salir de los espacios blindados, porque hoy la mayoría de estonios no se reconocen como creyentes”.
Tras la misa el Papa Francisco dio la bendición final y pronunció un mensaje de agradecimiento.
Notablemente cansado, tras cuatro días de intenso viaje, Francisco se dirigió hacia el aeropuerto para poner punto y final a su viaje apostólico.